
Introducción al cuento
El gato con botas es una historia clásica que ha encantado a generaciones de lectores. Escrito por Charles Perrault, este cuento cuenta la historia de un astuto gato que usa su ingenio para ayudar a su amo a alcanzar el éxito. A través de su astucia y creatividad, el Gato con Botas consigue hacer que su amo se convierta en un rico y poderoso noble
Cuento de El gato con botas
Había una vez un molinero que tenía tres hijos. El hombre era muy pobre y casi no tenía bienes para dejarles en herencia. Al hijo mayor le legó su viejo molino, al mediano un asno y al pequeño, un gato.
El hijo menor se sintió decepcionado y pensó que su padre no lo quería.
“¿Qué voy a hacer con este gato? -se lamentó-. No me servirá para nada.”
Pero el gato era muy listo y astuto. Se acercó a su amo y le dijo:
“No te preocupes por mí. Soy más útil de lo que crees. Solo dame un saco y unas botas y verás lo que soy capaz de hacer.”
El joven se sorprendió al oír hablar al gato, pero decidió darle lo que pedía. Total, no tenía nada que perder.
El gato se puso las botas y cogió el saco. Luego se fue al campo a cazar conejos. Cuando atrapó uno, lo metió en el saco y se dirigió al palacio del rey.
“Majestad -dijo al entrar-. Vengo a traerle un regalo de parte de mi amo, el marqués de Carabás.”
“¿El marqués de Carabás? -preguntó el rey-. No conozco a ese señor.”
“Es un noble muy rico y generoso -mintió el gato-. Y me ha enviado a ofrecerle este conejo como muestra de su respeto y admiración.»
El rey se quedó impresionado por el regalo y agradeció al gato su gesto.
“Dile a tu amo que es muy amable y que me gustaría conocerlo.”
“Se lo diré, majestad -respondió el gato-. Estoy seguro de que él también desea veros.”
Y se marchó con una sonrisa maliciosa.

El gato repitió esta operación varias veces, llevando al rey diferentes animales que cazaba en el campo y diciéndole que eran obsequios del marqués de Carabás.
El rey se fue interesando cada vez más por ese misterioso personaje y un día le dijo al gato:
“Quiero invitar a tu amo a comer conmigo. ¿Crees que aceptará?”
“Por supuesto, majestad -dijo el gato-. Será un honor para él compartir vuestra mesa.”
Y salió corriendo a buscar a su amo.
“Escúchame bien -le dijo-. El rey te ha invitado a comer con él. Tienes que ir y hacer lo que yo te diga. Confía en mí y verás cómo cambia tu suerte.”
El joven no entendía nada, pero decidió seguir el consejo del gato. Se puso sus mejores ropas y se montó en el asno. El gato iba delante de él, guiándolo por el camino.
Mientras tanto, el rey salió a recibirlo en su carruaje real, acompañado por su hija, la princesa. Era una joven muy bella y encantadora, que cautivó al instante al hijo del molinero.
El rey se detuvo junto al hijo del molinero y lo saludó con cortesía.
“Bienvenido, señor marqués de Carabás. Me alegra por fin conocerlo.”
“Gracias, majestad -dijo el joven, siguiendo el juego del gato-. Yo también estoy encantado de veros.”
Y le hizo una reverencia al rey y otra a la princesa.
El gato se adelantó y le susurró al oído:
“Ahora vamos a pasar por unas tierras que pertenecen a un ogro muy malvado. Él es el verdadero dueño de todo lo que ves. Pero yo tengo un plan para engañarlo y quitárselo todo. Sigue mi consejo y verás cómo triunfas.”
El joven asintió con la cabeza y el gato se marchó a toda prisa.
Llegó hasta el castillo del ogro y llamó a la puerta.
“¿Quién es? -gruñó una voz desde dentro.”
“Soy un viajero que pasa por aquí y me gustaría conocer al señor de estas tierras” -dijo el gato con voz inocente.
El ogro abrió la puerta y vio al gato con botas. Se relamió los labios pensando en lo sabroso que estaría ese bocado.
“Pasa, pasa -dijo fingiendo amabilidad-. No todos los días recibo visitas tan interesantes.”
El gato entró en el castillo y miró a su alrededor. Era una fortaleza enorme y lujosa, llena de riquezas y tesoros.
“Vaya, veo que eres muy poderoso -dijo el gato admirado-. He oído que tienes la capacidad de transformarte en cualquier animal que quieras. ¿Es cierto?”
“Por supuesto -respondió el ogro orgulloso-. ¿Quieres verlo?”
Y sin esperar respuesta, se convirtió en un león rugiente que hizo temblar las paredes del castillo.
El gato se asustó al ver al león y se escondió detrás de una mesa.
“¡Qué maravilla! -exclamó-. Eres realmente increíble. Pero dime, ¿también puedes transformarte en animales pequeños? Por ejemplo, ¿en un ratón?”
“Claro que sí -dijo el ogro con desprecio-. Eso es muy fácil para mí.”
Y en un instante se convirtió en un ratón que corría por el suelo.
El gato no lo pensó dos veces y saltó sobre él. Con una rápida zarpada lo atrapó y se lo comió.
Así acabó con el ogro y se hizo dueño de su castillo.
Poco después llegó el rey con su carruaje. El gato salió a recibirlo y le dijo:
“Bienvenidos a la casa del marqués de Carabás.”
El rey se quedó boquiabierto al ver el magnífico castillo.
“¡Qué hermosura! -exclamó-. Es la mejor residencia que he visto en mi vida. Marqués, eres muy afortunado.”
“Gracias, majestad -dijo el joven humildemente-. Todo se lo debo a mi fiel gato.”
El rey entró en el castillo y quedó aún más impresionado por la riqueza y el lujo que había dentro. Le ofreció al hijo del molinero sentarse junto a él en la mesa y le dijo:
“Marqués, me has caído muy bien. Eres generoso, valiente y cortés. Me gustaría que fueras mi yerno… Si ella lo desea, que creo que así es, puedes pedir su mano”.
La princesa miró al joven con amor y él sintió lo mismo por ella.
“Sí, majestad -respondió-. Sería el hombre más feliz del mundo si me concedierais ese honor.”
Y así fue como el hijo del molinero se casó con la princesa y se convirtió en príncipe. El gato con botas fue su mejor amigo y consejero. Y vivieron felices para siempre.

¿Qué nos enseña el cuento de El gato con botas?
El cuento de «El Gato con Botas» nos enseña importantes lecciones sobre la astucia y la creatividad, y cómo estas cualidades pueden ser herramientas valiosas para alcanzar el éxito en la vida.
A través de la historia del astuto felino que ayuda a su amo a convertirse en un rico y poderoso noble, aprendemos que la inteligencia y el ingenio pueden ser más valiosos que la riqueza o la apariencia física.
La importancia de la lealtad
Además, el cuento nos muestra la importancia de la lealtad y el apoyo entre amigos y compañeros, ya que el Gato con Botas se sacrifica a sí mismo para ayudar a su amo a conseguir lo que quiere. En resumen, «El Gato con Botas» es un cuento que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la creatividad, la astucia y el apoyo entre amigos para alcanzar el éxito y superar los obstáculos de la vida.